Tu intestino también piensa: cómo cuidar tu segundo cerebro (y por qué deberías hacerlo)
Cada vez más estudios lo confirman: el intestino y el cerebro están mucho más conectados de lo que imaginábamos.
Tu estado de ánimo, tus niveles de energía, tu capacidad de concentración e incluso tu sistema inmune dependen, en gran parte, de la salud de tu microbiota intestinal.
Pero… ¿qué es realmente la microbiota?
¿Y cómo puedes cuidarla de forma práctica?
¿Qué es la microbiota intestinal?
Es el conjunto de billones de bacterias buenas que viven en tu intestino.
Cuando están en equilibrio, estas bacterias:
-
Regulan tu digestión
-
Producen neurotransmisores como la serotonina
-
Fortalecen tu sistema inmune
-
Reducen la inflamación crónica
-
Protegen contra el estrés oxidativo
El 90% de la serotonina (hormona de la felicidad) se produce en el intestino.
Por eso se le llama el segundo cerebro.
¿Cómo saber si tu microbiota está desequilibrada?
Algunas señales:
-
Digestiones pesadas o lentas
-
Gases, hinchazón, estreñimiento o diarrea frecuentes
-
Cambios de ánimo sin explicación clara
-
Piel apagada o acné recurrente
-
Fatiga mental o física constante
-
Bajadas de defensas o infecciones frecuentes
Cómo cuidar tu segundo cerebro (sin complicarte)
1. Come más fibra real
Frutas, verduras, semillas y legumbres son el alimento favorito de tus bacterias buenas.
2. Evita los ultraprocesados
Alimentos ricos en azúcares, conservantes y grasas trans desequilibran la microbiota.
3. Añade probióticos y prebióticos
-
Probióticos: bacterias beneficiosas (presentes en yogur, kéfir o suplementos)
-
Prebióticos: la fibra que alimenta a esas bacterias (presentes en plátano, ajo, cebolla, avena…)
4. Reduce el estrés
El estrés sostenido altera la barrera intestinal y genera inflamación.
Cómo puede ayudarte Lionzen
-
Lionzen Harmony: no solo ayuda a relajarte, sino que incluye probióticos, magnesio y triptófano, que actúan sobre el eje intestino-cerebro y el equilibrio emocional.
-
Lionzen Aura: contiene extractos antiinflamatorios como cúrcuma y jengibre, que ayudan a reducir la inflamación intestinal y mejorar la función digestiva.
Conclusión
Tu intestino no es solo un sistema digestivo: es parte clave de tu equilibrio físico y mental.
Si lo cuidas, tu cuerpo lo nota.
Y si lo descuidas, todo lo demás empieza a fallar, aunque no lo relaciones al principio.
Empieza por pequeños cambios. Y si necesitas apoyo extra, hazlo con fórmulas pensadas para actuar desde dentro.
👉 Descubre Harmony y Aura — dos formas de recuperar tu equilibrio desde la raíz.